Fuente de proteína: son ricas en proteínas, lo que las convierte en una fuente natural de este nutriente esencial para el desarrollo y mantenimiento de los músculos y tejidos de tu perro.
Colágeno y condroitina: Contienen colágeno y condroitina, que son beneficiosos para la salud de las articulaciones y el cartílago de tu perro. Esto puede ser especialmente útil para perros mayores o aquellos con problemas articulares.
Diversidad de textura: Tienen una textura crujiente que a muchos perros les resulta atractiva. Esto puede proporcionar variedad en su dieta y satisfacer su necesidad de masticar.
Estimulación mental: Masticar y trabajar para descomponer las patas de pollo puede brindar estimulación mental a tu perro, lo que puede ser beneficioso para mantener su mente activa.
 
Consideraciones:
 
Calorías y equilibrio: Pueden ser relativamente altas en grasa, por lo que es importante darlas con moderación y considerar la cantidad total de calorías en la dieta de tu perro para evitar el aumento de peso.
Alergias y sensibilidades: Al igual que con cualquier alimento nuevo, es esencial observar a tu perro para detectar posibles alergias o sensibilidades. 
 
Siempre es aconsejable consultar con tu veterinario antes de introducir nuevos alimentos en la dieta de tu perro, especialmente si tiene alguna condición médica preexistente.